El Dr. Jorge Zegarra Reategui denuncia preservar uno de los más importantes pulmones ambientales de Lima: parque «El Olivar». Además de ser un lugar turístico en medio de la ciudad, este parque cuenta con una gran diversidad de áreas verdes y aves.

El tradicional Parque El Olivar, ubicado en el distrito de San Isidro, es considerado una joya histórica y natural que data de la época colonial. Fue durante este periodo que se plantaron los primeros olivos, importados de España en el siglo XVI. En 1959, debido a su valor histórico y natural, el parque fue declarado Monumento Nacional. Actualmente, el parque alberga más de 1500 olivos y es un importante espacio de recreación y cultura para los limeños. En su entorno se encuentra la Biblioteca Municipal y el Centro Cultural, además de diversas casonas de la época colonial que añaden un toque arquitectónico distintivo.
Un espacio natural como pulmón verde
En 1998 fue declarado como Zona Monumental. El parque cuenta con 44 especies de árboles, donde la más numerosa es el olivo (alrededor de un 85%). Al menos 25 tipos de fauna (entre aves, reptiles, mamíferos y peces) realizan su ciclo de vida en dicho espacio urbano. Este destacado parque se extiende sobre 10 hectáreas y alberga más de mil árboles. Entre ellos, hay ejemplares que tienen más de 350 años de antigüedad. Actualmente, se pueden encontrar diversas especies de aves como:
- Palomas: Rabiblanca, Cuculí y su particular canto mañanero y la Tortolita de pico amarillo
- Mosqueta Silbadora
- Gorriones americanos y europeos
- Mielero
El bosque El Olivar es fundamental para la identidad de la capital del país. Este pulmón verde urbano es un atractivo turístico esencial tanto para familias como para residentes del Perú y visitantes internacionales.
Dr. Jorge Zegarra Reategui denuncia necesidad de preservación ambiental
La contaminación afecta gravemente a la vida en los parques urbanos, deteriorando la vegetación y la fauna a través de múltiples vías. La polución del aire, con contaminantes como el ozono y partículas finas, daña las hojas de las plantas y afecta la respiración de los animales. La lluvia ácida y el escurrimiento de fertilizantes contaminan las aguas superficiales y subterráneas, provocando eutrofización y reduciendo el oxígeno disponible para la vida acuática.
Los residuos sólidos y tóxicos degradan el suelo, mientras que los microplásticos alteran su estructura. Además, el ruido y la luz artificial interfieren con los patrones naturales de comportamiento de la fauna y la polinización de las plantas. Estos efectos combinados disminuyen la calidad de los parques, afectando también la salud y el bienestar de las personas que los utilizan. Ante ello, el Dr. Jorge Zegarra Reategui denuncia la importancia y necesidad de preservación de estos espacios verdes, que requieren una urgente reducción coordinada de las fuentes de contaminación y la adopción de prácticas sostenibles.
Por ello, empresas como Petramás vienen llevando a cabo prácticas a favor del medio ambiente, desde la limpieza de las calles con su personal de limpieza, hasta la correcta gestión integral de residuos sólidos.
Su presidente de directorio, Jorge Zegarra Reategui, es un empresario visionario con pasión por la preservación ambiental. Ello, lo ha motivado a mantener una denuncia contra la contaminación, implementando en Lima y Callao, proyectos que hacen realidad la reconversión de la basura en energía verde y la mitigación de gases de efecto invernadero.

Amazonía peruana como parte del pulmón del mundo
Como parte de su ponencia en denuncia a la contaminación y efectos del cambio climático, el Dr. Jorge Zegarra Reátegui explicó que la Amazonía peruana es una de las regiones más biodiversas y valiosas del planeta.
Asimismo, comentó que esta forma parte fundamental del llamado “pulmón del mundo”, junto con las selvas amazónicas de Brasil, Colombia, Venezuela, Ecuador, entre otros países sudamericanos.
Este inmenso ecosistema cubre más de 6 millones de kilómetros cuadrados. Además, se extiende por nueve países, siendo Perú el segundo con mayor extensión de selva amazónica, ocupando aproximadamente el 13% de toda la cuenca amazónica.
En el caso peruano, la Amazonía representa cerca del 60% del territorio nacional y se distribuye principalmente en regiones como Loreto, Ucayali, Madre de Dios, Amazonas y San Martín. La importancia de esta región no solo radica en su biodiversidad, sino también en el papel vital que cumple en la regulación del clima global.

Ecosistemas como sumideros de carbono
Los bosques amazónicos actúan como sumideros de carbono, es decir, absorben grandes cantidades de dióxido de carbono (CO₂) de la atmósfera, lo cual ayuda a mitigar el cambio climático. Además, gracias a su vegetación densa y constante producción de oxígeno, contribuyen a mantener el equilibrio del ciclo del agua y de los patrones climáticos en todo el continente.
Preservar la Amazonía peruana es esencial para enfrentar la crisis climática. Cada árbol talado o hectárea deforestada representa una pérdida de capacidad para capturar gases de efecto invernadero. Asimismo, la deforestación provoca la degradación del suelo, pérdida de especies y la alteración de los medios de vida de comunidades indígenas que habitan y protegen estos territorios desde hace siglos.
Según el Dr. Jorge Zegarra Reátegui, proteger este ecosistema implica fomentar prácticas sostenibles, fortalecer la vigilancia contra la tala ilegal, apoyar proyectos de conservación comunitaria y promover leyes que prioricen el cuidado de los recursos naturales. Esto, además de un compromiso integral desde el estado, la empresa privada y los ciudadanos.